El trabajo en Kvik no consiste simplemente en realizar una venta. Consiste también en ofrecer el mejor consejo y la mejor inspiración. Es preferible escuchar que hablar, porque deseamos ofrecer a los clientes una solución que les haga confiar en la oportunidad, haga la propuesta apetecible y despierte una sonrisa aún más grande cuando vuelvan a la realidad. Y para poder hacerlo, debemos poder abarcar las necesidades, los deseos y los sueños.
Como empleado de Kvik, el cliente empieza siendo tu invitado y termina siendo un colaborador. La sinceridad y la transparencia impulsan todo lo que hacemos. Tú serás el experto en los muchos productos de esta moderna tienda. Tendrás la responsabilidad de que todo vaya bien y sin complicaciones, tanto si el cliente elige hacer gran parte del trabajo él mismo como si te deja a ti encargarte de todo. Mantener el proceso en marcha, contentar al cliente y sacar adelante la venta: ese el el «método de Kvik».